En nuestras mesas, tanto el azúcar como los edulcorantes desempeñan un papel crucial. A lo largo del tiempo, han surgido varias alternativas que pretenden ser más saludables o naturales. Sin embargo, el consumo excesivo de estos productos está asociado a complicaciones médicas que aún se están investigando. En este artículo, analizaremos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación al consumo de edulcorantes no azucarados y cómo afectan nuestro peso corporal.
Edulcorantes no recomendados por la OMS
La OMS desaconseja el consumo de algunos edulcorantes que podrían ser perjudiciales para nuestra salud a largo plazo. Entre ellos se encuentran: Acesulfamo K, Aspartamo, Advantamo, Ciclamatos, Neotamo, Sacarina, Sucralosa, Estevia y sus derivados.
Ante esta recomendación, es natural preguntarse si debemos regresar al consumo de azúcar. Sin embargo, la respuesta es más compleja. A continuación, te explicamos por qué.
El equilibrio en el consumo de edulcorantes
El abuso en el consumo de edulcorantes es común debido a la percepción de que son opciones más saludables. Los encontramos en bebidas, pasteles, galletas y una amplia variedad de productos «libres de azúcar». Sin embargo, es importante ser conscientes de la cantidad que consumimos.
El umbral de dulzor de los edulcorantes es mayor que el del azúcar, lo que nos lleva a requerir mayores cantidades para satisfacer nuestro paladar. ¿Cuántas gotitas de edulcorante añades a tu té o café? ¿Sabías que eso puede equivaler a varias cucharaditas de azúcar? Es esencial cuestionar nuestros hábitos y ser moderados en el consumo de edulcorantes.
El papel de los edulcorantes de alcohol
Los edulcorantes conocidos como azúcares de alcohol (polioles) no están incluidos en la restricción de la OMS, ya que son derivados del azúcar y contienen calorías. Sin embargo, esto no significa que podamos abusar de ellos. La clave sigue siendo encontrar el equilibrio adecuado y reducir gradualmente el consumo de azúcar o edulcorantes.
Mantente informado y prudente
Es fundamental estar al tanto de los nuevos estudios clínicos y recomendaciones alimentarias internacionales. Además, es importante ser prudentes al probar nuevos productos alimentarios, ya que no conocemos cómo nuestro cuerpo reaccionará a largo plazo por su consumo.
En conclusión, el consumo excesivo de edulcorantes no azucarados puede tener consecuencias negativas para nuestra salud. Si bien la OMS desaconseja algunos edulcorantes, la respuesta no es volver al consumo desmedido de azúcar. En cambio, debemos buscar un equilibrio y ser conscientes de la cantidad de azúcar o edulcorante que consumimos. Estar informados, seguir las recomendaciones de expertos y realizar elecciones conscientes nos ayudará a mantener una buena salud. Recuerda que cada persona es única, por lo que es importante escuchar a nuestro cuerpo y adaptar nuestra alimentación en consecuencia. El cuidado de nuestra salud es un compromiso constante, y encontrar el balance adecuado en la elección de los edulcorantes es parte de ese camino.